Crítica elaborada por Néstor García (amigo del blog)
Todo el mundo puede ser un gran cocinero, lo que no implica que todos vayan a llegar a serlo.
Ratatouille (2007) de Brad Bird (Pixar) cuenta como, por un lado, una rata (Remy) ansía ser un gran cocinero y por otro, un chaval extremadamente patoso decide entrar como pinche. Un encuentro en la cocina hará que de la fusión de la rata y el chico salga un excelente cocinero. Pero, ¿por cuánto tiempo podrá mantenerse esta farsa?
El guión peca en exceso de una falta de ritmo que puede dañar a un público infantil. Y para los adultos también tenemos un impedimento y es que el argumento toma en demasía las pautas clásicas de las películas de animación infantil (inicio dudoso, desarrollo glorioso, momento depresivo, final feliz).
Y sin embargo, nos encontramos ante una muy buena película, debido fundamentalmente a la profundidad temática que se oculta en una aparente narración simplista. A parte de encontrar el típico grado de humorismo y golpes tan propio del sello Disney/Pixar, el guión recorre temas como el elitismo machista, la posibilidad de cualquiera a hacer lo que desee, aunque no lo consiga o la crítica gastronómica, que se extiende claramente a la cinematográfica (y realmente a cualquier forma de opinión, ya sea profesional o particular).
Es curiosa la paradoja de que las mujeres suelen ser las que trabajen en casa y por tanto (siendo muy reduccionista) las que cocinen y que en este mundo profesional, los grandes chefs (o por lo menos los más mediáticos) suelan ser hombres. Por ello, la lucha de la mujer por el acceso profesional, tanto a este sector como a cualquier otro queda muy bien reflejado en el personaje femenino. Ella tiene que mostrarse agresiva, trabajar con mucho más entusiasmo porque sabe que es vigilada y que el llegar hasta donde está es una proeza que no puede dejar al hacer de otros. No es una gran puesta reivindicativa pero la sutileza de su mensaje llega claramente al espectador.
Y sin embargo, nos encontramos ante una muy buena película, debido fundamentalmente a la profundidad temática que se oculta en una aparente narración simplista. A parte de encontrar el típico grado de humorismo y golpes tan propio del sello Disney/Pixar, el guión recorre temas como el elitismo machista, la posibilidad de cualquiera a hacer lo que desee, aunque no lo consiga o la crítica gastronómica, que se extiende claramente a la cinematográfica (y realmente a cualquier forma de opinión, ya sea profesional o particular).
Es curiosa la paradoja de que las mujeres suelen ser las que trabajen en casa y por tanto (siendo muy reduccionista) las que cocinen y que en este mundo profesional, los grandes chefs (o por lo menos los más mediáticos) suelan ser hombres. Por ello, la lucha de la mujer por el acceso profesional, tanto a este sector como a cualquier otro queda muy bien reflejado en el personaje femenino. Ella tiene que mostrarse agresiva, trabajar con mucho más entusiasmo porque sabe que es vigilada y que el llegar hasta donde está es una proeza que no puede dejar al hacer de otros. No es una gran puesta reivindicativa pero la sutileza de su mensaje llega claramente al espectador.
El espectador debe apreciar que el mensaje de la película va más allá de “todo el mundo puede ser un gran cocinero”. Es un mensaje por un lado bastante adulto y por otro bastante útil para cualquier niño. Debe saberse que cualquier persona puede ser lo que desee con esfuerzo (y muchas veces sin él), pero eso no implica que todo el mundo pueda ser uno de los grandes en lo que desea ser. Esto no es un mensaje elitista, al revés, lucha porque cualquier persona, independientemente de su raza, sexo o cualquier atributo que le condicione por la sociedad a la distinción (incluido aquí la especie, jeje) pueda intentar ser lo que quiera aunque no lo consiga. Pero la posibilidad esta ahí y eso ya es mucho. Esto podría ser el fiel reflejo del sistema capitalista, entendido este como teoría pura más que como realidad social y por supuesto, con un tono edulcorado, lejos de pretensiones políticas, ni a favor ni en contra.
Estar a favor o en contra parece ser el objetivo de la crítica. Uno de los elementos (aparte de los citados), que le da bastantes puntos por encima de otras producciones de animación es el personaje de Anton Ego, malvado crítico gastronómico con un aire al Nosferatu de Murnau, que suelta un discurso para el recuerdo:
“La vida de un crítico es sencilla. Arriesgamos muy poco y abusamos de nuestro poder sobre aquellos que someten su trabajo a nuestro juicio. Prosperamos con las críticas negativas, que son divertidas de escribir y también de leer. Pero la triste verdad es que cualquiera de sus basuras tiene más significado que nuestras críticas”
Estar a favor o en contra parece ser el objetivo de la crítica. Uno de los elementos (aparte de los citados), que le da bastantes puntos por encima de otras producciones de animación es el personaje de Anton Ego, malvado crítico gastronómico con un aire al Nosferatu de Murnau, que suelta un discurso para el recuerdo:
“La vida de un crítico es sencilla. Arriesgamos muy poco y abusamos de nuestro poder sobre aquellos que someten su trabajo a nuestro juicio. Prosperamos con las críticas negativas, que son divertidas de escribir y también de leer. Pero la triste verdad es que cualquiera de sus basuras tiene más significado que nuestras críticas”
Pues aunque pudiera joderme, hay que darle gran parte de razón a este mensaje. Lo que no quita que las películas que se merezcan una mala crítica tendrán su texto divertido (e incluso a veces ofensivo) y las que no, merecerán su elogio. No es que un servidor se crea dios y poseedor de la verdad absoluta, simplemente expreso mis reflexiones para compartirlas con las de otros usuarios y dar a conocer algunos filmes que podían pasar desapercibidos ( y, en muy menor medida, hacer que la gente no vaya a ver una película, cosa que por otro lado no es mi intención). Tenemos que hacer una mención a la animación. Aunque la caracterización de los personajes no sea rabiosamente original, si encontramos un animación muy pulida, más en la ciudad que en el campo, y por supuesto en la comida. Y es que la comida, que es un elemento importante en el filme, dan ganas de comérsela y transmite a todos los sentidos lo que cada un tiene que recibir (no como los olores de El Perfume). Mención especial se merece la forma en que está retratado el sentido del gusto a través de una explosión de colores que emulan los diferentes sabores (muy inteligente para cubrir la imposibilidad de degustar un plato fílmico). Y además reseñar una técnica muy medida en la que resalta ese plano cenital del despacho de Anton Ego que resulta ser un sarcófago similar al de Drácula.
Ratatouille es una película casi imprescindible por saber juntar a un público tanto infantil como adulto y más aún por hacer reflexionar, a quién lo desee y no de una forma ofensivamente explícita, sobre cuestiones a las que hay que dedicarles un minuto (o tal vez, dos).
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2 comentarios:
hola me encanta este blog soy de Venezuela y me emociona mucho esto de los ACADEMY AWARDS... me gustaria compartir mis favoritos al oscar a la mejor pelicula
BEST PICTURE
*The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford (brillante)
*NO COUNTRY FOR OLD MEN
*THE KITE RUNNER
*In the Valley of Elah
*PROMESAS DEL ESTE
SON MIS FAVORITAS... Me parece que la direccion de (gone baby gone) es muy buena
Muchas gracias por tu comentario, Jose.
Yo, de momento, no tengo aún muy definido mis candidatos a mejor película, puesto que parece que nos encontramos ante una carrera aún más complicada de vaticinar que la del año pasado. Si me la tuviera que jugar a día de hoy, apostaría por:
1) SWEENEY TODD (Creo que va a ser la gran ganadora de los Oscar de este año)
2) NO COUNTRY FOR OLD MEN
3) ATONENET
4) THERE WILL BE BLOOD
5) INTO THE WILD
Aquí, en España, el film "Gone baby gone" está obteniendo muy buenas críticas. Es posible que dé alguna sorpresa en los Oscar.
Gracias!
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