domingo, 4 de noviembre de 2007

CRÍTICA DE "PERSÉPOLIS"

Nota: 8 (****)


la profeta apátrida


Marjane pregunta, duda, se interesa, vocea, escucha, piensa, sueña... Marjane habla con Dios y se considera la última enviada de Dios. El mundo que ella conoce poco a poco empieza a desvanecerse, y de gozar de la libertad máxima en Oriente Medio que hay, se ve impuesta a llevar velo y amoldarse a las leyes de esos fundamentalistas que han logrado el poder. Marjane sigue preguntando, dudando, voceando, escuchando, pensando... sigue hablando con Dios, pero Marjane ha dejado de ser la inocente y vital Marjane.

"Persépolis" puede ser una clase de historia aderezada con toques de humor que la hagan más digestiva. Puede ser también el máximo grito de repulsa contra los fanatismos y las dictaduras, o tal vez sólo ser la expresión acentuada de un arte tan vivo como es el del cómic.
El espectador puede elegir qué parte de sus muchas virtudes escoger, pero lo que todos debemos tener claro es que "Persépolis" es la historia viva pura, el pasado dibujado que nos permite entender el presente en el que vivimos. Claramente politizada, la película pretende (y lo consigue) identificarnos con esa pobre chica protagonista que se siente desubicada en aquella Irán naciente y una Europa que la confunde con una bárbara. Una chica engañada por el amor y amordazada (inútimente) por unos ideales que desecha.
El buen desarrollo de la historia (incluida su tan necesaria parte pedagógica) y ese sentido del humor tan corrosivo como acertado, hacen de "Persépolis" una película necesaria. Es valiente, arriesgada y, ante todo, determinante en la manera de ver una realidad no tan lejana. Sin olvidarnos, claro, del magistral dibujo de la cinta, todo un deleite para los aficionados del cómic y del cine de animación. Todos conocemos la vida en Irán y más lugares de Oriente Medio, pero sólo quizá a través de este film, el espectador occidental puede dar buena cuenta de esa realidad que parece marciana, pero que existe. Tal vez deberíamos escuchas las otras voces, aquellas que se presentan como los personajes malos de la película. Hubiera sido el punto acertado que lograra hacer de "Persépolis" algo más que una película con (muy) buenas intenciones. A pesar de todo, es una digna representante de Francia para la lucha por los Oscar este año.

1 comentario:

Néstor dijo...

Voy a ponerme un poco puñetero, por abrir algo el debate. Afirmas en un principio que Marjane goza "de la libertad máxima de Oriente Medio". Teniendo en cuenta que en esa época existía una dictadura que se refleja en el filme ¿goza de la libertad de Oriente Medio o de la libertad que le brinda la infancia?
Yo no veo que la película esté claramente politizada pues no defiende una ideología política sino una forma de vivir. Más bien, como intentar adaptarse de la forma posible a situaciones imposibles sin perder la integridad. Creo que olvidas este aspecto, que más que una sátira política nos encontramos ante el paso de una persona por la infancia, adolescencia y juventud, con la que muchos nos sentiremos identificados, siempre salvando distancias contextuales, mucho más graves en la teoría que en la práctica.
Por último, comentas que "tal vez deberíamos escuchar las otras voces, aquellas que se presentan como personajes malos". En este aspecto te digo que estoy más que cansado de oír estas voces día tras día en los periódicos, olvidando que en estos países no todos son islamistas ni islámicos. Aunque me parece una idea interesante, no le veo cabida en un filme de estas características.
Parece que te estoy apaleando, pero realmente tu crítica me ha resultado interesante y me ha llevado a la reflexión.
Una pequeña obra maestra de la que espero salga el Oscar a mejor película extranjera (por aquello de callarle la boca a los niños huérfanos).
Un saludo y felicidades por el blog

Néstor García
www.deformacionprofesional.org