Editorial: ¿Qué le falta a Javier Bardem?

Cuando en el mes de septiembre, Javier Bardem se convirtió en el virtual favorito de la categoría de mejor actor secundario, todo se basaba en suposiciones, vaticinios y creencias frágiles basadas en el gran recibimiento que tuvo su interpretación en el festival de Cannes y la futura proyección que la película de los Coen iba a tener de cara a los Oscar. Era un tiempo limpio y vacío, con muchas batallas por delante en la dura contienda al que uno debe enfrentarse para ganar el Oscar. Pero Bardem comenzó poco a poco a luchar por sus posibilidades y fue así como la mayoría de los premios de la crítica cayeron de su lado. Más adelante, recogió el Globo de Oro y ayer mismo, se llevó el premio del gremio de los actores. ¿Qué más le falta a Bardem para ganar el Oscar? La respuesta es bien sencilla: nada más.

Javier ha hecho lo que debía hacer. Se metió a la crítica en el bolsillo, se llevó el premio de la trastienda del Oscar (el Globo de Oro) y ayer el grupo más numeroso de la Academia le concedió el premio a mejor actor secundario. La carrera de Bardem por el Oscar está repleta de triunfos y de muy pocos tropiezos.

Que es el favorito al Oscar, está claro. Todos los premios obtenidos avalan esta tesis. Pero... ¿es suficiente? No podemos olvidarnos de una verdad tan universal (vale, estoy exagerando) como la que señala que los Oscar van por un lado y el resto de premios, por otro. Haber arrasado hasta ahora en la carrera por el Oscar no significa que Bardem tenga la estatuilla en su mano... aunque casi.

El año pasado, Eddie Murphy perdió siendo el gran favorito. Es verdad, pero... ¿alguien recuerda que respaldos tenía? El Globo de Oro y el premio del gremio de los actores. 2 de 3, porque la crítica apenas lo reconoció. Javier Bardem tiene 3 de 3.

Si Javier pierde el 24 de febrero, será porque la Academia no ha querido reconocerle. Si es así, dará igual los premios anteriores o si su camino ha estado cubierto de flores o de espinas. No podemos decir que Bardem ya tiene el Oscar en su mano, porque no es cierto. Es el gran favorito, tiene todo para ganar... pero en los Oscar puede pasar cualquier cosa. ¿Se acuerdan de "Crash"? ¿O de Alan Arkin? ¿O de las tantas veces que Scorsese se iba a llevar el Oscar y que al final no se los llevó? Ser favorito en los Oscar, haber ganado tantos premios anteriormente sólo refuerzan tu candidatura y te pueden diferenciar del resto de tus rivales... pero eso no se puede traducir en un Oscar asegurado.

Pero Bardem puede quedarse ya tranquilo. La última batalla ya no depende de él, sino de más de 5000 votantes. La responsabilidad de que salga victorioso o no recae en ellos. ¿Qué cosas podrían llevar a estas personas a no tachar la casilla de Bardem en la papeleta? La primera es que ser el favorito puede ser una hoja de doble filo: por un lado, puede otorgarte votos de forma automática (tipo "El señor de los anillos" en 2004, cuando se llevó los once Oscar a los que aspiraba) o, al contrario: ignorar tu candidatura y votar a otro porque... ya te votará el resto de la gente. ¿Le pudo pasar eso el año pasado a la favorita a la nominación "Dreamgirls"?

Además, Bardem es español y ser extranjero puede perjudicarle, más si cabe si observamos que estamos en un año donde los actores no americanos parecen que van a ser los galardonados (los británicos Day - Lewis y Christie o la australiana Blanchett). Tal como han dicho en algunas webs, parece difícil que la Academia vaya a premiar a 4 actores no-americanos y alguno de ellos acabará cayéndose.

Y, por último, lo mismo de siempre: la veteranía de Holbrook como gran rival. Lejos de ser un mito, ayer se pudo comprobar que hay algo de cierto en esa teoría de la voluntad de los votantes de premiar a los actores veteranos con el premio por sorpresa en mejor actriz secundaria para Ruby Dee. Es verdad: ayer Holbrook no ganó, pero... ¿no se podría reproducir la misma situación a su favor en los Oscar?

En todo caso, Bardem ya ha hecho los deberes. Y con Oscar o sin él, que Bardem ya ha triunfado, es algo que está más que constatado.

Foto: elmundo.es